A partir del pasado mes de marzo, como no tenía materiales para escultura, experimenté con algo que nunca hice: el color como finalidad. Se dio la circunstancia de mi confinamiento a orillas del río Aragón para pintar en acrílico sobre canto rodado. ¡Y fue gratificante! Empecé con objetos sencillos y animales para finalmente trabajar con el retrato. Y así, con una simple foto de WhatsApp, he realizado numerosos retratos a familiares y amigos. No dejaré esta técnica por lo sencilla y modesta que es: tomar un simple guijarro y realizar el retrato que requiere bastante complejidad. Puede que no lo deje nunca. Entre escultura y escultura....